HOMEOPATICA CAPULLO GIMENA

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El colesterol es una grasa cérea, del grupo de los esteroles, de origen animal, que fue aislado primeramente en los cálculos biliares, y presente en abundancia en el cerebro, glándulas suprarrenales, cuerpo amarillo del útero y sobre todo en la sangre circulante (linfa, plasma y eritrocitos), y que falta en los vegetales. Pero se presenta como una sustancia blanca, cristalina, insoluble en agua, y soluble en disolventes orgánicos (éter cloroformo, benceno, etc.)

Tiene fundamentalmente dos orígenes: uno interno y endógeno y otro exógeno o alimentario (huevos: yemas; vísceras: cerebro, hígado). Su función en el organismo es múltiple, aunque haya sido vinculado fundamentalmente al transporte y absorción de grasas, con regulación de la permeabilidad celular, formación de ácidos biliares y progesterona y probablemente con la vitamina D

El colesterol es transportado en el organismo por dos tipos de proteínas: lipoproteínas de baja densidad (LDL), que transportan tres cuartas partes del colesterol, y lipoproteínas de alta densidad (HDL).

Su aumento de nivel en la sangre ha sido vinculado a ciertos procesos degenerativos, y en particular a la arteriosclerosis. De ahí la necesidad de controlarlo teniendo en cuenta la incorrecta alimentación que en el mundo occidental se observa.

Siempre se han relacionado con una dieta rica en las grasas saturadas que se encuentra en los alimentos animales como ternera, mantequilla, aceite de coco, el aceite de palma, aceites hidrogenados utilizados en los alimentos preparados y productos lácteos enteros. Pero esta teoría ya no se encuentra tan ampliamente aceptada ya que el colesterol de los alimentos es escasamente absorbido, y los niveles de colesterol sanguíneo dependen de principalmente de la síntesis colesterol por parte del cuerpo.

Sin embargo, está claro que la producción de colesterol ciertamente está estimulada por ingestas elevadas de grasas saturadas. El exceso de peso, fumar y la falta de ejercicio también contribuyen a unos niveles de colesterol elevados. La predisposición genética también puede ser un factor contribuyente.

El síndrome premenstrual aparece en un momento variable después de la ovulación. Según el caso, ocasiona retención de líquidos, lo que lleva a hinchazón de los tobillos o los párpados, aumento de peso pasajero, hinchazón y dolor de mamas, sensación de distensión abdominal, dolor en la parte baja del abdomen, problemas de  piel (acné), dolores de cabeza, trastornos del apetito, etc.

El tratamiento homeopático para tratar el síndrome premenstrual y los diferentes síntomas que acompañan a la menstruación. Se debe elegir el remedio adecuado, es indispensable investigar las características particulares de la paciente. Si se trata de trastornos en el estado de ánimo, por ejemplo, ¿se presentan como tristeza, enojo violento o crisis de celos injustificadas? ¿Sufre la paciente de algún otro trastorno antes de la menstruación (hemorroides, sudores, vértigo)? ¿Siente necesidad de usar un sostén apretado para aliviar el dolor de las mamas o, por el contrario, no tolera el sostén? ¿En qué posición está más cómoda? ¿Experimenta un verdadero alivio cuando aparece la menstruación, o persisten las molestias durante ésta o después?

Menstruaciones adelantadas, muy abundantes, muy dolorosas, con dolores punzantes o calambroides, con náuseas y gastralgia extendida a la zona lumbar. Menstruaciones membranosas (dismenorrea membranosa). Flujo albuminoso transparente, como almidón cocido o clara de huevo, acre, excoriante, quemante, adherente, sobre todo entre una y otra menstruación, en la mitad del ciclo o postmenstrual; abundante, caliente, dándole la sensación de que le cuela agua caliente por los muslos. Sensación de distensión en el clítoris con pinchazos. Prurito vulvar, eczema de vulva.

Menstruación frecuente y copiosa, o tardía, escasa y corta, la sangre fluye solo de noche (de día nada), con dolor de tironeo hacia abajo. Metrorragia leve intermenstrual. Menstruaciones cada dos semanas, oscuras y con coágulos. Flujo premenstrual o postmenstrual, transparente o blanco, albuminoso, acre, adherente, verdoso, peor caminando y de noche, deja manchas verdes en la ropa. Pubis dolorido durante la menstruación.

Menstruaciones muy adelantadas y copiosas (con desmayos), de sangre de color rojo vivo, con coágulos, sangre espesa. Durante la menstruación, dolores en el ombligo que irradian al útero, náuseas y vómitos. Después de la menstruación, debilidad desproporcionada con la cantidad de sangre perdida.

Menstruaciones escasas, con gran irritabilidad el primer día, a veces con dolores paroxísticos que producen náuseas, o dolor en el ovario izquierdo o región lumbar, los dolores mejoran doblándose hacia atrás. Menstruaciones adelantadas, copiosas, que salen a chorros, de color rojo vivo, viscosa o filamentosa, o hasta membranosa. Flujo sólo de día, peor parada o caminando, sanguinolento, blanco o amarillento. Dolor intenso y constante en el ovario derecho, mejor por la menstruación, dolor en el ovario izquierdo, que cruza el hipogastrio, los dolores se extienden a los muslos o alternan lados.

Menstruaciones tardías, escasas, cortas, con sangre espesa, oscura o negra como alquitrán y que es difícil de lavar; con dolores cortantes o como de parto, dolores de espalda, debilidad y escalofríos. La menstruación fluye mucho más o solamente de noche, estando acostada o cuando duerme y desaparece cuando camina o cuando duele el vientre. Agravación general durante la menstruación, cefaleas, desmayos. Flujo mucoso blanco y corrosivo.

Menstruaciones frecuentes y copiosas con serios, dolorosos e intenso lagrimeo, dismenorrea membranosa, con erosión o ulceración del cuello. Flujo espeso e irritante. Aborto inminente. Constante sensación como si fuera a venir la menstruación. Metrorragias. Senos llenos de nódulos duros y dolorosos.

Belladona. Dolor martilleante, pulsátil, violento, con cara roja y mirada fija y brillante. Aparecen o se agravan de 16 a 3 de la madrugada, por tomar aire frío o por tomar frío en la cabeza, después de cortarse el cabello o al atárselo hacia arriba, al subir escaleras, por la tos, por el calor, por exponerse al sol, por cualquier sacudida, por el movimiento o al mover o sacudir la cabeza o los ojos, por la luz y los ruidos, al levantarse de estar acostado (o lo mejora), caminando, al agacharse. El dolor mejora apoyando la cabeza contar algo, en una habitación oscura, cerrando los ojos, por la presión o por frío local. Cabeza caliente, congestionada, con extremidades frías.

Bryonía. Cefaleas violentas, que aparecen en cualquier localización y con cualquier sensación, que aparecen y se agravan por todo lo que sea movimiento (al levantarse, al subir escaleras, al toser, por sacudidas, por mover los ojos o la cabeza, al caminar rápidamente), por la mañana, en la cama al despertar o con el primer movimiento o apenas abre los ojos, después de comer, cuando está estreñido, por tomar frío, por ponerse al sol y por calor. Mejora por el reposo y la presión local. Cefaleas con náuseas, vómitos y deseos de acostarse. Generalmente con sed ardiente de grandes cantidades de agua.

Gelsemium. Junto con Bryonía y Belladona es uno de los medicamentos más usados para las migrañas y cefaleas en general. El dolor es aturdidor, comenzando en la columna cervical y región occipital y extendiéndose hacia arriba a toda la cabeza hasta la frente o sobre los ojos, con sensación de estallido. Las cefaleas son precedidas por trastornos visuales (aura) que a menudo siguen durante la cefalea. Aparecen o se agravan después del desayuno, a las 10 de la mañana, por moverse o agacharse o mover la cabeza, por esfuerzos mentales, por el calor del sol, por fumar, por subir escaleras, por emociones, por sacudidas, por la luz y acostado con la cabeza baja.         Mejora tras una micción profusa, presionando, por el calor local y acostado con la cabeza alta. A menudo se acompaña de cansancio o postración, somnolencia, aturdimiento, deseo de estar solo y una ausencia total de sed, con gran pesadez en los párpados superiores.

Ferrum phosphoricum. Cefalea congestiva, con cabeza caliente, cara roja y caliente, oleadas de calor y latidos, vómitos. Se agrava o aparece a las 17 horas. Mejora acostado, por aplicaciones frías o aire frío. Es el principal remedio para las cefaleas de los niños, con sensación de latidos en la cabeza, cara y ojos rojos.

Iris versicolor. Es uno de los medicamentos más importantes para las migrañas, generalmente de origen hepático y casi siempre en la mitad derecha de la cabeza o en la frente. Siempre es precedida o acompañada de visión borrosa o nublada, con vómitos biliosos o mucosos y ácidos, intensos ardores en todo el tubo digestivo y sialorrea (salivación excesiva). Aparecen o se agravan por la mañana, después del desayuno, por esfuerzos mentales y por el frío o el movimiento. A menudo suele haber también un hígado agrandado y sensible, diarrea nocturna ardiente, con dolor en el hombro derecho y en la cadera izquierda.

Nux vomica. Cefalea principalmente frontal e izquierda, sobre todo por la mañana al despertar que mejoran al levantarse de la cama. Generalmente son debidas a falta de sueño, comilona, excesos de alcohol o café o por tomar frío. Se agravan o aparecen después de comer, por excitación o emociones, por esfuerzos mentales, moviendo los ojos, por ruidos, al sacudir la cabeza, por tiempo frío y húmedo o viento frío. A menudo se acompaña de trastornos gástricos (náuseas, vómitos) o coriza (inflamación de la mucosa de las fosas nasales), con obstrucción nasal. Suele haber somnolencia diurna y una gran irritabilidad.

Sanguinaria. Jaquecas y migrañas muy intensas que aparece de forma periódica, cada 7 días. Aparecen por la mañana y van creciendo y decreciendo con el sol. Comienzan en la región occipital y se extienden hacia arriba y adelante a toda la cabeza y se fijan en la sien derecha y sobre todo el ojo derecho o en ambos ojos. Sensación de relampagueo en el occipucio y de estallido, como si fueran a salir los ojos de las órbitas. No tolera la luz, olores ni la menor sacudida o movimiento. Mejora al dormir o acostado en la oscuridad o presionando la cabeza contra la almohada o con sus manos. Se acompaña de violentos latidos en la cabeza, vómitos alimenticios o biliosos, oleadas de calor, rubor en las mejillas (que arden) y venas temporales distendidas, con sensación de quemadura en la lengua. Suele verse en la menopausia y en insuficiencias hepáticas.

Magnesia phosphorica. Las cefaleas comienzan en el occipucio y se fijan sobre el ojo derecho. Se agravan por la exposición al frío y mejoran por la presión y por el calor local y general (o abrigándose la cabeza). A menudo abarcan la mitad derecha de la cabeza y su horario habitual es de 10 a 11 horas o de 16 a 17 horas. Suele coincidir con contracturas musculares en la cara y espasmos en otros sitios.

Son dilataciones venosas que pueden producirse en diversas partes del cuerpo, aunque son mucho más frecuentes en las venas de las extremidades (pierna, muslo), en las cuales la sangre tiene tendencia a estancarse por la fuerza de la gravedad. La aparición de las varices se debe a diversas causas que obstaculizan el retorno de la sangre venoso hacia el corazón, con el consiguiente estancamiento de la misma en las venas que luego se aflojan y dilatan.

Trastornos circulatorios que se producen a consecuencia de que la circulación de las venas profundas de las piernas  (que transportan del 80 al 90% de la sangre que llega a los pies) se encuentra dificultada debido a una inflamación, a la existencia de una comunicación insuficiente, o a la aparición de una trombosis y empastamiento, siendo una complicación peligrosa pues la trombosis puede extenderse con gran rapidez.

El trastorno primitivo desencadenante de las varices es generalmente la existencia de una comunicación insuficiente entre las venas profundas  y superficiales de la pierna. Debido a ésta comunicación insuficiente se produce un reflujo sanguíneo por el que se transmite la presión profunda al sistema superficial, originando en las venas superficiales una hipertensión venosa que provoca la dilatación de las venas. Esta dilatación de la pared venosa produce una insuficiencia de las válvulas que regulan el paso de la sangre, y al ir separándose provocan con ello que la dilatación varicosa se extienda a las colaterales.

Remedios de homeopatía para las varices y los síntomas que pueden presentar (congestión, venas azuladas, inflamación, varices en el embarazo, varices dolorosas, sangrantes, úlceras varicosas, etc.) misma recopilación que le presentaremos en detalle en un próximo comentario.

"Un rey recibió  como obsequio dos pichones de halcón y los entregó al maestro de cetrería para que los entrenara.  Pasando unos meses, el instructor comunicó al rey que uno de los halcones estaba perfectamente  educado, pero que al otro no sabía lo que le sucedía, no se había movido de la rama desde el día de su llegada a palacio, a tal punto que había que llevarle el alimento hasta allí.

Por la ventana de sus habitaciones, el monarca podía ver que el pájaro continuaba inmóvil. Publicó por fin un bando entre sus súbditos y, a la mañana siguiente, vio al halcón volando ágilmente en los jardines.

Traedme al autor de ese milagro, dijo. Enseguida le presentaron A un campesino.  ¿Tú hiciste volar al halcón? ¿Cómo lo hiciste? ¿Eres mago, acaso? Entre feliz e intimidado, el hombrecito solo explicó: No fue difícil, su Alteza: sólo corté la rama. El pájaro se dio cuenta que tenia alas y emprendió su vuelo.

La alergia recordemos afecta a diferentes "órganos críticos" (piel, ojos, nariz, bronquios y pulmones, etc.) y es tratada por los especialistas de las mismas disciplinas (desde dermatólogos, oftalmólogos, ORL, neumólogos, incluso pediatras). Y dentro de su arsenal medicamentoso ellos muchas veces incorporan, aparte de los tratamientos convencionales, los medicamentos homeopáticos.

El tratamiento convencional de las alergias suele consistir en antihistamínicos y esteroides en la mayoría de los casos. Las personas con alergias saben que estos tratamientos no funcionan, pues sólo proporcionan un alivio temporal de los síntomas, sin llegar a curar el trastorno inmunitario que padecen. Por otra parte, pueden producir efectos secundarios que pueden ser peores que las mismas alergias.

"Tal vez", comenta el doctor Dana Ullman, autor de numerosos libros sobre homeopatía y fundador de Homeopathic Educational Services, "la principal incomprensión sobre las alergias radica en suponer que el alérgeno (caspa de gato, polen, ácaro, o cualquier otro) es el problema. En realidad, el alérgeno es simplemente el desencadenante, mientras que el cuerpo alérgico de la persona es el arma cargada. En vez de tratar los síntomas o evitar al alérgeno, es preferible fortalecer el propio sistema inmunitario."

Los homeópatas utilizan el "remedio constitucional" para tratar las alergias. Esto significa que, tras un estudio de todos los síntomas, tanto físicos como psicológicos del paciente, seleccionan un remedio específico para cada persona. Será el remedio que cubra la totalidad de los síntomas que la persona experimenta, y no sólo los síntomas alérgicos (por ejemplo, el remedio cubrirá tanto una conjuntivitis como algún miedo específico que pueda padecer).

No obstante, también puede utilizarse la homeopatía para tratar las fases agudas de las alergias. Aunque estos remedios no curarán la alergia, sí proporcionarán un alivio sin provocar efectos secundarios.

Un estudio publicado en The Lancet (octubre, 1986) y realizado por el doctor David Taylor-Reilly, homeópata y profesor de la Universidad de Glasgow en Escocia, mostró que un preparado elaborado con 12 remedios homeopáticos era muy efectivo para reducir los síntomas de la rinitis alérgica, en comparación con los pacientes que tomaron un placebo.

La cebolla común, preparada homeopáticamente, es uno de los medicamentos más utilizados para las alergias respiratorias. Es útil en casos de descarga nasal profusa, fluida y ardiente, que empeora en una habitación cálida y mejor al aire libre. Tienen un lagrimeo profuso, si hay ardor en los ojos, con ojos enrojecidos y con deseos de frotarse los ojos con frecuencia. Escozor en la nariz y estornudos violentos. Pueden tener también un dolor de cabeza frontal, por congestión. Todos estos síntomas suelen agravarse tras vientos húmedos.

Lagrimeo profuso y ardiente, descarga nasal blanda. El lagrimeo es tan intenso que la persona no para de llorar. Las lágrimas son ardientes, los ojos y las mejillas están enrojecidos. Los síntomas oculares empeoran al aire libre. La descarga nasal empeora por la noche, al estar tumbado y en tiempo ventoso.

Lagrimeo y descarga nasal que suelen ser más intensos en el lado derecho. Los síntomas empeoran tras la media noche. En la cama se mueven mucho y se sienten ansiosos, asustados e inquietos cuando tiene dificultad para respirar. Son personas frioleras que se sienten mejor en habitaciones cálidas. Suelen tener mucha sed pero solo beben unos sorbos cada vez. Sensibles a la luz. Estornudos violentos. Pueden desarrollar síntomas asmáticos.

Descarga nasal durante el día y congestión por la noche, al igual que Nux vomica, aunque las personas que necesitan pulsatilla son muy diferentes: amables, tranquilas, dóciles, impresionables y emotivas; suelen buscar atención y simpatía. La congestión empeora en una habitación cálida, con el tiempo caluroso y al estar tumbado, y mejora en habitaciones frías o con aplicaciones frías. Suelen tener picor en el paladar durante la noche. No suelen tener sed.

Personas particularmente irritables y frioleras, con descarga nasal fluida durante el día y congestión por la noche. Los síntomas tienden a empeorar en lugares cerrados y mejoran al aire libre. Son sensibles al frío. Pueden tener estornudos frecuentes. Los síntomas a veces comienzan tras sentirse irritado, fatigado o agraviado.

Ojos enrojecidos, secos, sensación de arenilla. Sequedad en las fosas nasales; siente frío el aire inhalado. Cosquilleo y picazón en las fosas nasales, estornudos. Sensación de nariz húmeda, con secreción escasa o nula. También puede aparecer una compresión dolorosa en el fondo de los oídos; obstrucción y desobstrucción alternante en los oídos; zumbidos, silbidos. Sequedad de garganta.

Cefalea con sinusitis frontal, cefalea por la supresión de la secreción nasal. Ojos rojos, secos, con ardor, párpados hinchados, sensación de arena en los ojos al moverlos, fotofobia. Secreción nasal espesa, viscosa. Puntadas violentas en los oídos, eczema del conducto auditivo externo, con picor.

Abundante secreción nasal y lagrimeo, estornuda de forma violenta. Labios resecos, agrietados y con herpes. Cefaleas intensas que empeoran con el calor, mejorando con el fresco. Se encuentra irritable, disgustándose si le molestan.