Fraternidad Ágape A.C.

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Jesús dijo en una ocasión: «¡Tengan cuidado con toda clase de avaricia! La vida no se mide por cuánto tienen». Y esto lo dijo dando una parábola de un hombre que acumuló riquezas para él mismo, sin saber que esa misma noche moriría. Este hombre que tuvo comodidades y riquezas, pero solamente durante su vida terrenal. 

La muerte le vino sin aviso, y no pudo llevarse nada consigo. Dios lo llamó necio por haber vivido concentrado en él mismo. Nunca pensó, ni en su semejante, ni en Dios. En pocas palabras desperdició su vida. ¿Por qué?

Dime, ¿qué puedes llevarte de todo lo que logres acumular? Si quieres dejar un legado importante, una huella indeleble en esta vida, la única forma será en la vida de los demás: Ayudando al prójimo, motivándolos a crecer, a ser mejores, etc. 

La gente te recordará unos cuantos años por tus logros, hasta que aparezca alguien que los mejore o venga una generación que no le importe. Pero al ayudar a los demás, tú estás dejando una huella que nadie podrá desaparecer.

Por otro lado, si tú dices que es para disfrutar en esta vida porque muerto el perro se acabó la rabia. Entonces porque te esmeras en sacrificar tu salud para conseguir riquezas, si cuando tengas riquezas la sacrificarás para recuperar tu salud. Porque te esmeras en sacrificar o invertir dinero para obtener belleza externa, si la belleza externa tarde o temprano se acaba; es como invertir dinero en un negocio que sabes sólo durará una semana. En vez de invertir en lo que sí puede durar.

Ten cuidado con cualquier cosa que compita en tu corazón con Jesucristo. El debe ser el primer lugar. El mayor competidor de la verdadera devoción a Jesús es el servicio que hacemos por él.  Pero nuestro servicio debe ser una extensión de nuestra relación con Dios.

¿Cuál es la meta del matrimonio? ¿Es para tener hijos? No. Una pareja se casa porque se aman. Hay pasión y el deseo de estar con la otra persona y de "buscar" ellos sobre todos los demás. La pareja no tiene una conversación que dice, "Oh, te gustan los niños? Yo también. Vamos a casarnos para que podamos tener hijos. "Eso sería una tontería. Nadie se casa por esa razón. Se casan porque se  aman y después tienen hijos como una extensión de su amor. Es lo mismo con el ministerio. "Ama a Dios con todo su corazón, mente, alma y fuerza, y amar al prójimo como a ti mismo", entonces podremos tener descendencia espiritual y  crecer!

Debemos escuchar a Dios, buscar a Dios, amar a Dios, creer en Dios, y poner a las personas por encima de los programas. Fomentar la conservación y protección de nuestro corazón en el Señor en medio de las demandas del ministerio. 

No se está refiriendo al “Cielo” literalmente, como el lugar donde está Dios y al que iremos después de morir. Mas bien usa las palabras “cielo” y “suelo” como una metáfora para expresar lo siguiente: que por andar ocupado en cosas superficiales como la fama, el dinero y otras cosas (el “cielo”), olvidó disfrutar las cosas sustanciales, como una relación, una amistad, etc. (el “suelo”). O por lo menos así lo entiendo….

       El problema que de pronto por ahí veo es que muchos cristianos nos tomamos la vida muy en serio y muy literal. Es bueno de vez en cuando relajarnos y darnos el tiempo para pensar en lo que una frase como esta puede significar; y viendo el contexto en el cual se está usando, ver que cosas puede enseñarnos. 

Estas son algunas de las cosas, por dar un ejemplo, en las que veo que andar ocupados en un “cielo” puede robarnos la bendición de vivir una buena vida en el “suelo”: Para muchos hombres, el trabajo se ha convertido en su “cielo,” y pasan la mayor parte de su tiempo trabajando y se olvidan de disfrutar a su familia y a sus amigos (su “suelo”). Muchos padres, por estar obsesionados con tener hijos “perfectos” se ocupan más en reglas, disciplina y regaños que primeramente en disfrutarlos. Muchas mujeres, ya sea por una alta o una baja autoestima, pasan sus días enfocadas en mejorar su belleza física, y se olvidan de cultivar la mejor belleza, que es la del corazón y la del espíritu. (Y aunque el trabajo, la disciplina a los hijos o el cuidar nuestra apariencia física no son en sí algo meramente superficial, fuera de sus límites sí pueden privarnos de cosas más importantes). Otros, por andar tan preocupados y estresados por los problemas cotidianos de la vida pueden olvidarse muy fácilmente de la diversión, el compañerismo, el reír, el descanso, etc. 

Y aun en la Biblia lo vemos en los fariseos. Ellos andaban tan ocupados en su “cielo” lleno de reglas y leyes que ignoraron que a su alcance estaba Jesús (su “suelo”), y no lo pudieron aceptar ni darse cuenta que en Él podían vivir mejor. A nuestro alcance está una vida mejor. Creo que un anhelo constante en el corazón de Dios es ver a sus hijos disfrutar de la plenitud que hay en las cosas sustanciales de la vida.

 No perdamos el tiempo en cosas superficiales y vivamos con nuestra mente y corazón en Jesús y en las cosas de arriba, a la vez que nuestros pies permanecen firmes en tierra. Entre más aprendamos a amar a Jesús y a su reino, más aprenderemos a disfrutar a las personas a nuestro alrededor y a la creación tan hermosa en la cual vivimos.