Iglesia Pentecostes Apostolica del Nombre del Señor Jesucristo

Los padres tienen la prioridad para enseñar a los hijos pero deben realizarlo de manera que sea respetada la individualidad de estos y que las decisiones de estudiar, incluso una carrera, sea la decisión del hijo y no del padre que pretende por medio de su hijo, realizarse a través de los éxitos que alcance.

La base de la educación de los hijos es la explicación adecuada, incluso repetitiva Fil:3:1. En 2-Ti:1:5, vemos que para sembrar correctamente la semilla de la palabra en ellos se hace desde la niñez. Samuel también fue instruido desde niño en el templo 1-Sam:2:18.

El propósito de la corrección es enmendar el camino que se esta llevando mal, para evitar que se desvíe, con ello se evita que el niño continúe equivocándose y librarlo de la muerte Pro:19:18; 29:17,19; 5:23. En la biblia vemos algunos ejemplos de padres que no corrigieron a sus hijos y como consecuencia estos terminaron mal.

Educar, implica que debe de tenerse previamente una preparación, porque solamente de lo que tenemos podemos dar Hch:3:1-6. Por ello es necesario que nosotros como padres tengamos comunión con Dios aprendiendo de Cristo y de sus delegaciones ministeriales que están para la capacitación de los santos Ef:4:11-16.

Esto es algo que debemos tener presente, no es correcto imponer una forma de vida a nuestros hijos, sino que a través de lo que ven en nuestras vidas ellos lo podrán imitar 1-Pd:3:1-2, por eso la decisión de Josué “yo y mi casa serviremos a Jehová”, dando a entender que él seria el primero y como consecuencia su familia seguiría al Señor; el Señor Jesús es el mayor ejemplo que tenemos, quien antes de enseñar la palabra la vivía Hch:1:1.

La palabra dice que son los padres lo que proveen para los hijos y no los hijos para los padres. El propósito de Dios es que nosotros al igual como lo hizo Noé y más tarde Josué podamos conducir hacia la vida en abundancia a nuestra familia, instruyéndolos en el camino que deben seguir, aplicando cada uno de los pasos que hemos visto para que cuando sean mayores no tengan necesidad de ser corregidos.

Si un niño vive en un ambiente de honradez, equidad, amor, justicia, amistad, aprende que el mundo en el que vive es agradable, bonito, su confianza e ilusión, creatividad, motivación, anhelo, estimulo, fe, esperanza, amor, crece.